Paseo a
Neptuno desde el colegio.
Cuando
ya hemos atravesado el Museo de Reina Sofía, continuamos recto donde
encontraremos la estación de Atocha, la cual es una de las principales
estaciones de Madrid. Esta estación empezó como un embarcadero en 1851. Era una cabaña alargada que protegía del
sol y la lluvia sin ningún edificio que la albergara. No se necesitaba más ya
que su primera línea ferroviaria era de
uso privado y exclusivo para la Casa Real.
Si
continuamos recto a mano derecha encontraremos el Museo Nacional del Prado.
Aunque es uno de los museos más conocidos de toda Europa, para nuestra sorpresa
no se encuentra en la lista de los más visitados. Una de las curiosidades que
más llama la atención es que Pablo Picasso fue director de este Museo en 1935.
Antiguamente, el Prado estaba abandonado, y la población de Madrid solo
espabiló cuando publicaron una falsa noticia de un incendio producido en los
interiores del museo.
Caminando
recto por el Paseo del Prado, ¡LLEGAMOS A NEPTUNO!
Esta
fuente es hermana de la más famosa fuente de la ciudad, la de Cibeles. Ambas fueron construidas por
orden de Carlos III y diseñadas por Ventura Rodríguez, en la segunda mitad del
siglo XVIII dentro del proceso de modernización de Madrid, que dió paso a otros
monumentos como la Puerta de Alcalá.
Podemos encontrar la fuente de Neptuno que se encuentra en la plaza de Cánovas
del Castillo. Ésta fuente está hecha con mármol blanco, y como su propio nombre
indica, muestra a Neptuno, Dios de los mares, que empuña un tridente en una mano
y en la otra tiene una serpiente enrollada en el brazo, mientras cabalga sobre
un carro tirado por dos caballos con cola de pez. Alrededor del carro se pueden
observar focas y delfines que tiran agua a gran altura.
Hoy en día
y desde 1991, en esta plaza los aficionados del club Atlético del Madrid acuden
a esta plaza para celebrar sus grandes victorias.